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Dialogismo y polifonía

Mijaíl Bajtín (1895-1975)
La circunstancia histórica en la que vivió este teórico dio como resultado una serie de obras editadas e ineditadas, completas e incompletas. La publicación de su obra no fue menos caótica, fue tardía y desordenada mostrando imágenes parciales que cubrían a mediaslos temas sobre los que élhabía reflexionado. Quienes la dierona conocer fueron: Victor Elrich, Julia Kristeva y Tzevan Todorov.
Sus obras son tan diversas como sus temas de estudio: lingüística, filosofía, crítica literaria, estética, psicología, teología, polémicas con el formalismo ruso y el psicoanálisis, estudios sobre Dostoievski y Rabelais. No existe un Bajtín definitivo, de ideas conclusivas, que pueda encuadrarse en una disciplina única.
“Significaría, sin duda, reducir la dimensión de su pensamiento si lo identificáramos con uno solo de sus intereses. Todo el universo de Bajtín se articula como respuesta a dos preguntas esenciales: una teoría del sujeto y una teoría del lenguaje. A partir de este mirador teórico, no sorprende que incorpore un vastísimo conocimiento de filosofía, historia, literatura, lingüística y otras ciencias no humanísticas, que refleja en parte la multitud de problemas en torno a la pluralidad individual y a la pluralidad discursiva” (Zavala, 1991:42)
La relación existente entre las diversas concepciones de Bajtín en los campos filosófico, lingüístico y antropológico de todas ellas al principio dialógico, dado que este tiene comprimidos todos los ámbitos de investigación a los que se dedico Bajtín.
Bajtín presto especial atenciónal ambiente ideológico en el que vive y desarrolla la consciencia. A la ciencia literaria la consideraba una ciencia general del signo y de las ideologías, sus aportes a los estudios literarios se centralizan en una teoría de la literatura sobre las bases sociológicas. Él asegura que la literatura no puede ser un objeto autónomo, valido por sí mismo e independiente de los demás sistemas signitos, en esto difiere con el formalismo ruso por eso él y su teoría son considerados postestructuralistas.
Este pensador se apega a una formulación de Lenin: la consciencia es un reflejo activo de la realidad, la consciencia es de origen social.
“En los fenómenos de la consciencia existe también un trama sensorial. Pero las imágenes sensoriales formadas en nuestra consciencia adquieren una nueva cualidad: su carácter significativo” (Silvestri y Blank, 1993:31)
Sin la palabra esta trama sensorial no es humana, para que exista consciencia, el organismo sensorial debe unirse al mundo exterior por medio del signo.“Los signos también son instrumentos, instrumentos objetivos de la relación entre personas. La función principal de estos peculiares instrumentos es la comunicación: suponen una mediación interpersonal” (Silvestri y Blank, 1993: 33)
Aunque los signos son herramientas tiene un carácter exclusivo: tienen significado. La palabra es inespecífica en cuanto a su función puede ser utilizada en cualquier campo, los procesos mentales del hombre integran su consciencia y son mediatizados por medio de los signos que se adquieren durante el desarrollo de hombre en la sociedad, por lo tanto cada sociedad tendrá su propio conjunto de signos. Bajtín se basa en el estudio de la semiosis, que es: la relación que producen los signos o significante con su significado, logrando la semiótica literaria abarcar todo el universo semántico del lenguaje, con esto surge una pregunta ¿qué es el lenguaje? Este es la realidad concreta del habla, donde se da el intercambio comunicativo.
Bajtín fue un teórico de la consciencia, describió su origen social y su estructura semiótica, analizó su relación con la ideología. La consciencia es de carácter verbal, esta determinada por los factores sociales que rodean al individuo.

El inconsciente

Las reacciones verbales y sus significado dentro del comportamiento del hombre, llevan a poner en manifiesto la estructura lingüística del inconsciente pero, el enfrentamiento entre consciencia e inconsciencia no es más que la lucha de diferentes motivos ideológicos. Ambos el consciente y el inconsciente están formados con la palabra que es la materialidad ideológica- sígnica de la que esta hecha la consciencia social y por lo tanto todas las psiques individuales pertenecen a esa sociedad.
La ideología y las relaciones sociales forman la estructura llamada sociedad, esta se vierte en las producciones artisticas de sus individuos quedando allí algo del inconsciente transindividual de ese miembro de la sociedad. Todo discurso es expresión, no de un interior que se exterioriza, sino de un exterior que se interioriza de forma especial, desde el momento en que el ser humano es producto de la sociedad.
El discurso del inconsciente se distingue por un contenido diferente, por una ideología diferente. Si el inconsciente es un lenguaje, entonces en el principio no es diferente del consciente; si no se coloca fuera del lenguaje, ni siquiera puede estar fuera de la ideología. El inconsciente se identifica con la ideología no oficial, con el discurso que la ideología oficial censura.
El inconsciente resulta una ficción pues este se encuentra en el exterior del ser humano, en la cultura, en la ideología y los grupos sociales, todo esto se incorpora a la consciencia del sujeto, a través de su práctica comunicativa. Por esta razón el inconsciente es transindividual y cada sociedad, en cada tiempo posee su propio inconsciente que es transindividual.
“El dinamismo de la historia hace que no existan verdades eternas en el terreno de la ideología y la conciencia” (Silvestri y Blank, 1993: 41)
La cultura y literatura, cómica y marginal evolucionaron fuera del ámbito oficial de la ideología de un periodo específico, están excluidas de las manifestaciones oficiales de la vida y relaciones humanas.
La cultura y literatura oficial se encuentran inscritas dentro de un discurso serio y formal opresivo que lleva a la docilidad y la veneración por parte de los miembros de la sociedad.
La cultura cómica, circula en los espacios ajenos al poder oficial institucional, esta cultura se desarrollo ridiculizando e invirtiendo todos los valores y manifestaciones de la cultura oficial. La dinámica psíquica de las fuerzas sociales son la expresión de una especial organización social: la lucha por los motivos subjetivos de la consciencia.
Nuevas relaciones humanas en un nuevo modo de producción generan nuevas relaciones entre lo oficial y lo no oficial, en la vida y en la consciencia”. (Silvestri y Blank, 1993: 41)
“Fueron posibles así grandes obras, desde el seno de la literatura, de la cultura superior, que incorporaron siglos de risa popular: el Decamerón, el Quijote, Gargantua y Pantagruel. “(Silvestri y Blank, 1993: 40)
En términos de la oposición entre las que Bajtín llamaba fuerzas centrífugas y fuerzas centrípetas, unas de tipo expansivo, que pugnan por ampliar el espacio cultural y las otras de tipo restrictivo, que tratan de disminuirlo o, por lo menos, de mantener el statu quo vigente.


Sociabilidad del lenguaje

La dialogía estructura una nueva imagen del ser humano, esta plantea la naturaleza dialógica de la consciencia, un enfoque totalizador de relaciones que afirma el papel activo del “otro” en el proceso de comunicación discursiva. ¿Pero qué es el discurso? En la obra novelística, el plano de la expresión, de la misma forma que la historia representa el plano del contenido.
Dentro de las obras dialógicas podemos encontrar el discurso poético y narrativo. A pesar de basarse en el dialogo, la literatura dialógica es un texto único que lleva a la critica constante y jamás resuelta.
Bajtin rechaza la concepción de un «yo» individualista y privado; el «yo» es esencialmente social. Cada individuo se constituye como un colectivo de numerosos «yoes» que ha asimilado a lo largo de su vida, algunos de los cuales provienen del pasado; estos «yoes» se encuentran en los lenguajes, las «voces» habladas por otros y que pertenecen a fuentes distintas (ciencia, arte, religión, clase, etc.). Estas «voces» no son sólo palabras sino un conjunto interrelacionado de creencias y normas llamadas ideología. Las voces se unen siendo aún autónomas para contarnos un determinado acontecimiento, porque son sujetos del discurso con un significado directo en él.

Dialogismo y polifonía

Derivamos, de Bajtín, en un sentido amplio, la idea central de que lo fundamental de la modernidad es el desarrollo incipiente del dialogismo. Sin embargo, este dialogismo inicial fue frenado por la presencia hegemónica de un monologismo, de índole idealista, que continuó una línea predominante, que ya venía de la Edad Media. Lo que Bajtín definió como monologismo es una actitud que continúa imperando en el mundo occidental desde el Renacimiento en adelante, en todas las series culturales y artísticas constitutivas de lo social.
El monologismo es una forma de discurso en el cual no se diferencia entre las distintas voces participantes. La voz del narrador, de un príncipe y de un campesino aparecerán con un mismo estilo, una misma entonación, un mismo léxico. Eso es porque el sujeto autor está centrado en sí mismo y no intenta proceder a un acto de comunicación que signifique un encuentro real con la otredad. Esto caracteriza la literatura de la Edad Media, donde el sujeto cristiano presenta un monologo. Donde el autor organiza por completo el mundo narrado, responde a la cultura oficial de la sociedad de manera ideológica, ubicándose de esta manera dentro de las fuerzas oficiales o centrípetas de la sociedad.
EL dialógico, en cambio, es un enunciado cultural y artístico que muestra un intercambio entre un emisor y un destinatario, los cuales se revierten en sus roles, convirtiéndose el emisor en receptor y el destinatario en emisor, en un proceso dialógico de conversación.
Literatura dialógica
En la literatura existe una pluralidad de conciencias y de discursos, generalmente se emparenta con la cultura popular y espera una respuesta por parte del lector ya que se ubica en las fuerzas centrifugas de la sociedad esta respuesta puede ser de: risa, placer, goce. Dialogismo proviene de la palabra dialogo, que es la representación directa en el discurso novelístico del intercambio verbal entre dos o más personajes.
“La palabra (discurso) es la única posibilidad de transmitir y, lo que es más fundamental dar pensamiento… discurso ajeno es ;discurso en el discurso, enunciado dentro de otro enunciado …”(Zavala, 1991: 20)
En la obra novelística, el plano del contenido, de la misma forma que el discurso representa el plano de la forma. Prueba de la indisolubilidad de ambos está en que la historia sólo existe y es aprehensible a través del discurso.
Según Bajtin, la cualidad especialmente destacada en las novelas es la polifonía por la cual éstos resultan de la interacción de múltiples voces, con ciencias, puntos de vista y registros lingüísticos. Ese dialogismo implica:
Heterofonía o polifonía textual la aparición de voces distintas para caracterizar a los personajes, uno de los elementos fundamentales del relato moderno. Es diferenciadora del habla de los protagonistas se hacen presentes múltiples estilos orales y escritos de su época.
La heterología o alternancia de tipos discursivos: variantes lingüísticas individuales, maneras de pronunciación y articulación del habla, al igual que el lexicon de los personajes.
La heteroglosia o presencia de distintos niveles de lengua diferentes formas de lenguaje asociadas con diferentes grupos sociales y los diversos puntos de vista de éstos; de manera que el hablante de una lengua tiene que apropiarse, partiendo de la boca de los demás de la lengua que habla y adaptarla a sus propias necesidades.
Los inicios de la investigaciónde Mijaíl Bajtín en literatura se dan los años veinte con:
los Problemas de la obra de Dostoievski (1929) de esa obra se desprende la idea de la novela polifónica que se inserta dentro de la literatura dialógica pues presenta una multiplicidad de conciencias dándose: la heterofonía, la heterología y la heteroglosia.
Discurso del héroe
El discurso que impera las obras de Dostoievski, se puede cifrar en un determinado mensaje, siempre uno: unitario y globalizante, en este discurso se apoyo Bajtín para desarrollar su teoría y en esta incluido el discurso del héroe que es el personaje principal de la novela, ya que es autónomo no aparece sometido al discurso normal del autor sino que presenta una independencia de él, citando a Bajtin:
“El héroe posee una autoridad ideológica y es independiente, se percibe como autor de una concepción ideológica propia y no como objeto de la visión artística… rompe el plano monológico de la novela y provoca una respuesta inmediata, como si el héroe no fuese objeto del discurso del autor sino el potador autónomo de su propia palabra”(Bajtín, 1986: 15)
La descripción de la transindividualidad adquiere por primera vez forma de dialogo. Este dialogo se desarrolla como relación entre el autor de una obra artística y su héroe. Por medio del héroe dialoga la existencia. El héroe se concibe como otro yo, y el otro yo tiene el valor constitutivo para la formación del yo individual. Bajtín plantea que la historia literaria también cambia cuando se transforman sus héroes y, en especial, cuando mutan las relaciones entre los autores y los héroes por ellos inscritos en la literatura. La voz única e inigualable del héroe es una evidencia de la diferencia que tiene con respecto a la voz del autor. Aquí, el héroe debe reconocer la presencia de otras conciencias e interactuar con ellas. Se trata de percibir, aceptar, interactuar e incluso incorporar otros acentos y tonalidades únicas. Este dialogo nos presenta a otro: el tercero que es aquel que puede ver, comprender y valorar el acontecimiento globalizante de la obra artística literaria, desde otro punto de vista, este tercero es el personaje con dialogo de la novela que presenta al héroe desde su punto de vista.

Bibliografía

Bajtin, Mijaíl.1986 Problemas de la poética de Dovstoievski. México: Fondo de Cultura Económica.

Silvestri y Blank.1993. Bajtin y Vogotski: la organización semiótica de la consciencia España: Anthropos

Zavala, Iris.1991. Bajtín y sus apócrifos España: Anthropos.